Las causas
Este 59 Debate General de la Asamblea de Naciones Unidas está resultando ser apasionante. Imagino que el momento histórico lo propicia pero lo cierto es que parece que hay algunas voces que se están alzando, sea cual sea su poder, ante los dilemas con los que tan brutalmente ha entrado el siglo XXI.
El protagonista de este artículo es Zapatero. Este ha sabido llevar al foro mundial algo sobre lo que tanto se ha hablado en conferencias no institucionales a lo largo y ancho del planeta: Las causas de los conflictos. Entiendo hasta cierto punto que pueda resultar molesto que un tipo con traje y corbata se haga con el protagonismo de ciertos temas que tanto se han debatido, repito, en muchos otros foros.
Sin embargo, creo que debemos otorgar a Zapatero el mérito de subirse a ese púlpito y jugarse el tipo hablando de temas incómodos para los intereses de los más poderosos. Zapatero se ha presentado en Nueva York hablando de soluciones, como en su día lo hizo Aznar y hoy lo sigue haciendo Bush... pero son otras soluciones.
La diferencia fundamental entre unos y otros es el enfoque de las causas. Aznar ayer lo dejó todo bastante claro en su ridículo discurso en la Universidad de Georgetown. Según el flamante profesor el problema de España con el Islam no viene dado por la guerra de Irak.
Su tesis es que el problema se remonta nada más y nada menos que al siglo VIII, cuando los musulmanes conquistan la península. Yo no se demasiado de ese momento histórico pero creo que eso no hace falta para darnos cuenta de la barbaridad de la afirmación. No se como se llamaría la gente que habitaba lo que hoy es España en el siglo VIII pero seguro que no se llamaban españoles, eso por descontado. La tesis de Aznar es sencillamente increíble. Es de suponer que para impartir esta conferencia habrá leído el libro España frente al islam del reaccionario, no se le puede llamar de otra forma, César Vidal.
Hambre y desesperación
Ante la berborrea de Aznar cuya solución final al problema del terrorismo y de la guerra son bombazos en nombre de la libertad Zapatero llegó con algo real debajo del brazo. El Presidente del Gobierno apareció en la ONU apoyando la iniciativa de Lula da Silva contra el hambre y la pobreza. Esta iniciativa, ojalá sea algo más que meras palabras, intenta atajar el problema del odio desde la raíz. España, por su parte, propuso también canjear deuda por iniciativas al desarrollo social. Esto pasaría por potenciar el acceso a la educación y luchar contra la pobreza en los países más pobres.
Tras el discurso de Bush, un poco más tranquilo de lo habitual por la campaña electoral que tiene montada, llegó el turno de Zapatero. Este se dirigió a la Asamblea con un discurso que creo que puede sintetizarse en que no cayó en tesis maniqueas y apostó por proponer un análisis realista, pese a sonar utópico (lo de utópico curiosamente lo dice Llamazares).
Es aquí cuando entra en juego la palabra clave causas. Es fácil condenar al fundamentalismo pero es difícil querer comprenderlo. Justo ahí es donde está la clave del problema. No se puede condenar a una persona, grupo, país, o ideología sin antes analizarlos, comprenderlos.
Alianza de civilizaciones
No es nuevo el hecho de que el hambre lleva al terror pero antes de este se da la desesperación. Justo ahí es donde hay que intervenir, no después. No entender eso es la miopía total del actual orden mundial. Antes de esa guerra preventiva que se lanzó contra Irak hubo un embargo y mientras tanto estalló la segunda intifada ¿Causas y efectos? Alianza de Civilizaciones, suena muy bien; la verdad. Que alce la mano quien le quiera dar caña al tema, aunque sea con corbata.
12 comentarios
Ramón -
Gracias por tus correcciones, desde luego no estoy exento de errores al escribir y menos cuando uno trabaja con prisas. Espero que no hayas considerado esas faltas como algo muy insultante para tus sentidos.
No aspiro a ser una máquina de escribir perfect, aunque lucho lo mío por mejorar. Mi objetivo único es comunicar. A propósito, ya tengo tema para mi próximo artículo.
Una vez más, gracias.
emilio -
pepiblás?
Blarrablás -
Salud!os
Ramón -
Plenamente de acuerdo Chihiro. Por otra parte Gandhi con su discurso útópico fue promotor de la descolonización de la India y si alguna miss también pide la paz mundial pues bienvenida sea la propuesta.
Chihiro -
Ramón -
EduardoBueno no conozco a nadie que antes de hacer nada no haya enunciado sus propósitos a excepción de un dictador. Se merece el privilegio de la duda. No obstante, imagino que le habrá gustado este discurso más que el de Bush (que a lo mejor tenía más contenido real, pero...).
Un saludo
eduardo -
Andres Forticada -
Un gran saludo.
Ramon -
Lo más increible de todo este asunto es la base idológica en la que se está apoyando Aznar, personajes aglutinados en torno a diarios y revistas en los que siempre aparece la pobre palabra libertad: Pio Moa (exGrapo), Federico Jiménez Losantos (exPCE), Sánchez Dragó (exPCE), Jon Juaristi (exETA)... y mejor no sigo...
¿Que coño es esto?
nacho -
Se llamaban Godos y a los ultranacionalistas siempre les ha gustado remontarse a ellos como embrión de "la nación española".El famoso Don Pelayo fue el último señor godo que resistió la ocupación. Su mito se alimento durante la Alta Edad Media castellana como ejemplo de resitencia y acicate para le "reconquista".
Ramón -
Aunque quizá lo mejor que se pueda hacer a estas alturas con Aznar sea olvidarlo.
jaime -