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El Especialista .Desde marzo de 2004.

Destripando a eXisTenZ

Destripando a eXisTenZ

En el penúltimo mensaje de esta página, "Lo han dicho en el telediario", hablaba de como nos estamos tirando unos meses de hibernar frente a la tele que no veas. Lo que reflejaba en ese mensaje es una opinión que hoy me encuentro con la sorpresa de que se constata objetivamente. Resulta que leo esto en El Mundo: "Enero acaba de cerrar con una media de consumo televisivo por persona y día de 244 minutos (cuatro horas y cuatro minutos), la cifra más alta alcanzada en la historia de nuestra televisión, según el análisis realizado por la consultora especializada Barlovento Comunicación. Los datos del primer mes de 2006 sobrepasan el registro de diciembre en 12 minutos y en tres el de enero de 2005". Ahí es nada, monada.

Estos son datos de intrahistoria económica y explican cosas como las consecuencias que tiene el repunte de los tipos de interés de las hipotecas por el encarecimiento del precio del dinero. Ya lo advertía en plan aguafiestas Rato desde su lejano despacho del FMI, ojo con las hipotecas. Sin duda, nos encontramos en un momento en el que está cambiando a marchas forzadas lo que entendemos por lujo. Además de la vivienda, un producto básico que tiende a convertirse en producto de lujo, ciertos productos como la electrónica de consumo amenazan con un repunte en su precio que los acerque de nuevo a la categoría de objetos de lujo en la que en un determinado momento estuvieron. No hay que olvidar que hasta hace 15 años cualquier equipo audiovisual debía de adquirirse en tiendas especializadas y hoy puede ser comprado en un super de barrio.

Estamos asistiendo a un crecimiento desmesurado del ocio basado en el silicio, de hecho en las navidades pasadas lo que más se regaló en España fue electrónica de consumo. Este 2006 será el año en el que los ordenadores van a abandonar las mesas de trabajo y se van a instalar definitivamente al lado del televisor. Todo ello obedece a dos fuerzas: por una parte el tirón de la demanda motivado por el encarecimiento de otras productos de cultura y ocio y por otra parte las estrategias de los grandes productores de contenidos audiovisuales y de sistemas de gestión y reproducción de los mismos. Respecto a la segunda de estas fuerzas el ejemplo más claro lo constituye la estrategia de Microsoft para los próximos años.

La idea es que Windows comience a entrar en la órbita del mando a distancia y abandone la del ratón, al menos en parte. Prueba de ello es el esfuerzo que están haciendo con su consola Xbox 360, un sistema de ocio digital en el que los juegos sólo son una parte del pastel, y el sistema operativo Windows Media Center, un Windows diseñado para convertir al ordenador en un sistema de gestión de contenidos audiovisuales que se maneja a golpe de mando a distancia. Esta estrategia de Microsoft ha provocado que aparezcan en el mercado toda suerte de ordenadores dotados de Windows Media Center destinados a desbancar al reproductor DVD del sitio que hasta ahora ocupaba. La tendencia es poner junto al televisor ordenadores que permitan acceder a internet y a todos los contenidos audiovisuales que el cuerpo sea capaz de aguantar, sea cual sea el soporte o el canal comunicativo por el que circulen estos, el ordenador los interpretará todos. Apple por una vez ha copiado a Microsoft y se ha apuntado al carro de los media center incorporando la tecnología Front Row a sus nuevos Imacs, que consiste básicamente en poder manejar el Mac mediante un mando a distancia. Además, la rumorología dice que la empresa de la manzana amaga con lanzar un minúsculo, pero potente, Mac Mini Media Center que no va a desentonar nada al lado de las televisiones de plasma ¿un Ipod para el salón? La guerra por las tecnologías que van a implantarse al lado del televisor, o en su inteior, está servida y poco tiene que ver con aquella guerra del Beta contra el VHS, esto es mucho más fuerte.

El lujo de vagabundear

Rem Koolhaas explicaba hace unos años en una entrevista que resguardarse del frío o del calor sentándose bajo el techo de un espacio público en las grandes ciudades iba a ser un asunto cada vez más caro. Parece que no iba mal encaminado pues cada vez hay que hacer un esfuerzo mayor para que el momento de repostar en nuestros paseos urbanos no nos salga por un ojo de la cara. Si nos hemos percatado de que nuestro bolsillo después de varias horas en la calle se parece cada vez más al del increíble hombre menguante es posible que lleguemos a esta conclusión: tomo menos el fresco y a cambio me atrinchero con toda suerte de trastos bajo mi techo hipotecado. Según esta ecuación ahorras y además obtienes algo material, cachivaches de alta tecnología "que son tuyos”. En todo esto hay algo de urraca que guarda todo lo que brilla en su nido, que es suyo a medias. Sólo hay que fijarse como cada vez son más golosas, más brillantes, las cajas de lo impalpable: películas, discos, videojuegos... No hay que dejarse engañar, por mucho que la X y la P del Windows XP provengan del término eXPerienced la verdad sigue estando en la calle y no en el salón de casa y las mejores “vistas” siempre nos las dará un paisaje y no el próximo “Windows Vista” (en serio, Microsoft lo llama así).

No es de extrañar que con este panorama las empresas que se dedican a producir productos de ocio digital, bien sean contenidos o sistemas de gestión de estos contenidos, nos vayan a clavar de un tiempo a esta parte los colmillos con toda suerte de joyas tecnológicas bonitas y, aunque no lo parezca, cada vez más caras. El truco es el de siempre: crear nuevas necesidades. Hasta la fecha un sistema sencillo pero suficiente para un hogar con el que poder ver películas, jugar y escuchar música consiste en una tele de tubo de unas 20 pulgadas con unos altavoces de marca blanca y una PS2 con la que jugar, ver vídeo en DVD y escuchar música en CD y Mp3. Este sistema viene a costar unos 200 euros si hacemos unos cuantos malabarismos y no nos importa comprar aparatos de marca blanca. A partir de ahora el desembolso se dispara con la imposición de la televisión digital y el vídeo de alta definición. Hablo de imposición porque a partir del año 2010 el gobierno ha decretado el apagón analógico en televisión, lo que hará inservible cualquier televisión actual que no sea adaptada a la televisión digital, y porque para esa fecha, o incluso mucho antes, dejarán de venderse películas en el actual formato de DVD. Por ello, un sistema básico para hacer todo lo que se ha dicho antes dentro de muy poco tiempo precisará de una televisión TFT, la tecnología de tubo de imagen está a punto de desaparecer del mercado, que admita emisiones de televisión digital y con calidad de imagen suficiente para recibir emisiones de alta definición; unos altavoces sencillitos y una PS3 (la Xbox 360 no reproduce DVD de alta definición). Este equipo, cuando los precios se estabilicen, rondará en el mejor de los casos los 600 euros. Pues eso, por seguir teniendo lo mismo pagaremos el triple y aunque ciertamente la calidad de los aparatos será superior lo cierto es que nadie nos pregunta si queremos más calidad de imagen y sonido a nuestro alrededor, y sobre todo, si la queremos a ese precio.

Visto lo visto, y ahora que el Gobierno anda en proceso de clandestinizar el tabaco, con el consiguiente aumento de la recaudación de impuestos que la cosa conlleva, y que el estatut se va encauzando según los almendros empiezan a florecer alguien podría poner sobre la mesa del Consejo de Ministros el asunto de legalizar las drogas blandas. A lo mejor si empezaran a vender cigarrillos de otra cosa que no sea tabaco en los estancos la cesta de la compra en el apartado de productos de evasión mejoraba los índices de inflación, las arcas de la sanidad pública y hasta el siniestro índice de productividad de esta economía de gente cansada. Desengancharse un poco de eXisTenZ a base de alucinar con un poco de hierba recuperando los viejos vinilos puede ser mejor negocio de lo que se piensa.

2 comentarios

El Especialista -

1. El vinilo efectivamente reproduce mejor el sonido pues el audio analógico, aunque esto le sorprenda a más de uno, es superior en calidad al digital. Si no que se lo pregunten a cualquier ingeniero de sonido. Esto por no decir del encanto, más allá de sentimentalismos, que tiene escuchar música en un formato menos "empapado" de tecnología.

2. En el fondo la gente coloca los plasmas y LCD en la típica mesa de toda la vida así que así poco espacio se ahorra, cierto lo de que la calidad de los rayos catódicos sigue siendo inigualable.

Todo esto en definitiva, es lo que digo en el mensaje: crear nuevas necesidades. Vale que de vez en cuando tengas que renovar aparatos pero esto ya es de locos.

emilio -

Si es que no hay manera.
De momento, cada vez vamos a peor. Me explico.
1. ¿Vinilo o cd? Sin duda vinilo, ambos se rayan pero el sonido es infinitamente mejor, por no hablar del diseño. ¿ Y qué hacemos con los cientos de discos de vinilo?. ¿Qué haremos dentro de nada con los cientos de cd a 18 €/ud?. Y luego se extrañan de la pirateria, no te jode. Es inútil coleccionar música que luego no puedes reproducir.
2. ¿VHS o DVD? Que la calidad de imagen es mucho mejor en el DVD es innegable pero solamente cuando le da la gana de reproducirse. Hasta la fecha no he sufrido ningun video VHS rebelde que no haya podido verlo. Mal que bien, con peor o mejor calidad todos se ven. Y una vez más ¿qué hacemos con todos los videos originales adquiridos en 20 años? Tirarlos junto con el video.
3. ¿Tubo, plasma, LCD? El tubo todavía no se ha superado en calidad, supongo que será cuestión de tiempo pero de momento está a años luz. De todas maneras, lo tenemos que comprar bien por el apagón bien por el precio al que va el metro cuadrado ¿Quién puede permitirse hoy el lujo de desaprovechar un m2? A la basura con él también.
Por no hablar de los PCS claro.
Y los móviles, ¿dónde los dejamos?
¿Y los electrodomesticos?
Antes con una batidora ibas que chutabas, ahora si no tienes una termomix eres un antiguo. Y pregunto, ¿para que cojones quiere la gente una termomix? para hacer croquetas? mayonesa? zumos? Y luego al gimnasio a quemar las calorias!
Flipo.
Odio comprar tecnología.