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El Especialista .Desde marzo de 2004.

La invasión del periodismo de servicio

Había un compañero del curso de periodismo digital, tarea que es hoy por hoy uno de los paradigmas de la burocracia de los sistemas de transmisión de informaciones, que decía que el sería un periodista digital, pero bebía como uno analógico. Lo cierto es que al margen de la buena ocurrencia de este tipo uno muchas veces piensa que ciertamente ese aura del periodista que a base de ser un metepatas hacía periodismo, porque en el fondo el periodismo no es una profesión intelectual sino de tipos de acción con tendencia a ser meter la nariz donde no les llaman.

Ya parece quedar poco de eso, y que conste que en nada me atrae la idea de los periodistas tercos, malpagados, y con tendencia a oler a tabaco negro barato. Sin embargo, estoy sinceramente harto de la cantidad de reportajes con los que bombardean los medios sobre como hacer que los niños no lloren el primer día de clase, sobre como parir sin dolor, sobre las nuevsa normas de tráfico.

El último viernes de agosto

El último viernes de agosto

Contrariamente a lo que alguno pueda pensar por el título de este artículo no lo escribo triste aunque, ciertamente, suena melancólico.

En este último viernes de agosto el calor no ha cesado, aunque ha perdido algo de su fuerza. Entre las cuatro y cuarto y cuatro y media de la tarde, hora en la que camino hacia el trabajo, en la calle hay locos recostados en bancos sin entender las velocidades del tiempo, chinos que dormitan a la puerta de sus negocios, camareros que miran la televisión sin entender las imágenes, rumanos que tocan el arcordeón por terrazas en las que algunos ojerosos empleados de banca toman café y un chico que cuenta sus desamores a una amiga, que bosteza, de la que está secretamente enamorado.

Yo camino entre todos ellos y ellos no saben lo bien que a veces me caen, lo complice que me siento de ellos, porque, sencillamente, nunca hablo cuando camino hacia el trabajo.

Me he vuelto a dejar el bigote, el bigote de fresa.

El puzzle de cada día

El puzzle de cada día

He comenzado a leer "la vida, instrucciones de uso" de George Perec. Esa novela comienza por una acertada e inquietante descripción de los puzzles. Perec habla del gran secreto de jugar a montar uno de estos rompecabezas: Contrariamente a lo que se piensa el montaje de puzzles es un juego en el que juegan dos, el que diseña el puzzle y el que lo reconstruye.



Desde que trabajo en el periódico me impresiona la importancia que tienen hasta las más pequeñas piezas del gran puzzle de la información. Quizá es porque la tinta sobre el papel otorga a cada noticia, a cada pieza, mucho más valor que las palabras que viajan por el aire, radio, o por los circuitos, internet.

Cartas al director, gente que se acerca para ser entrevistada, lectores que llaman indignados por una foto publicada del rebaño de ovejas que pastorean... piezas, piezas.

¿Cual es la imagen misteriosa del puzzle que todos los días pensamos estar a punto de solucionar sin que jamás lo logremos? Esta pregunta, evidentemente, es pura retórica, olvidadla.

Leer a Perec y ver de madrugada el ala oeste de la Casa Blanca (se aprende mucho).

Monos y presidentes

Monos y presidentes

>El chico ostra me manda esta foto en la que me señala un aspecto curioso. Cuando fue realizada el mono no se dio ni cuenta, al igual que Copito de Nieve no tuvo ni la más mínima idea jamás del jaleo que provocó en vida. Pero es que Reagan también terminó olvidándose de esta foto y de todo. Preguntas:

1. ¿Se acordará de esta foto el fotógrafo?

2. ¿Será una foto que se tiró el propio Reagan? En ese caso mal vamos.

3. Kennedy hacía chistes de los monos que enviaban al espacio ¿Que clase de extraña relación mantienen los presidentes de Estados Unidos con los simios?

Ciudad Real se acaba siempre

Ciudad Real se acaba siempre

El Pilar está lleno de gentes con miembros amputados, algunos locos, trotamundos que observan la escultura de Don Quijote, dentistas adinerados en el bar España, y balonazos. Ahora han llenado la Calle Aguilera y la Plaza Mayor de escayolas a tamaño real de Don Quijote, ojalá no las quitarán nunca. No es que sean bonitas, más bien son feas y locas, pero a mi me gustaría que pusiesen muchas más.

Paris no se acaba nunca. En cambio toda la historia de Ciudad Real es un anhelo imposible por agrandarse de tan pronto que se acaba.

¿Para que quieres un Ipod?

¿Para que quieres un Ipod?

Cuando te compras un trasto como este la sensación de emoción sucede los primeros días, te sientes bien, en la onda. Luego la única emoción que te puede dar el cacharro son los problemas que te de o los complementos que le pongas (gadgets los llaman creo). ¿Otra vez distrayendo el hastío eh pillines?

A propósito ¿El Ipod reproduce heavy? es que no he visto todavía a ningún heavy con uno.

Mediterraneo

Mediterraneo


Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.



Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno
que han vertido en ti cien pueblos
de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.
A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.



A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino.



Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero.



Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo.



Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.
Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere
que se conoce y se teme.



Si un día para mi mal
viene a buscarme la parca,
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.
Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo.



En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.



Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.



Cerca del mar, porque yo
nací en el Mediterráneo.



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